OS ANIMUNDIS, de Benjamin Queiro





Otro vestuario acabado, entregado y por supuesto estrenado, el propósito de este post es contaros todo el proceso de creación y trabajo en este vestuario.

La historia comenzó cuando mi amiga Sol me dijo que su hermano necesitaba a alguien para hacer un vestuario para una obra musical infantil con música en directo, que siempre se agradece! ella se encargó de ponernos en contacto y nosotros llegamos a un acuerdo.



Benjamín escribió la historia con la intención de hacer una publicación infantil (y así es, pendiente de publicación), escribió las canciones (el cd también pendiente de publicación) y adaptó el texto para la obra escénica. Una verdadera máquina!!!

Siempre que me enfrento con un vestuario intento conocer la obra y la motivación de los personajes, además de la visión que tenga el director o director artístico… así es más fácil crear un vestuario coherente que acompañe, complemente y no destaque por encima de ningún elemento escénico. Para OS ANIMUNDIS el encargo era sencillo, solo dos actores que interpretan todos los personajes:

SOL (narrador) - Anita Cibreiro
RAIOLO (axudante) - Keke Díaz
BIMI (pinguino friolero) - Keke Díaz
KIWI (pájaro que quiere volar) - Keke Díaz

SOL 
boceto rápido Sol + muestra de tejidos

personaje potente que hace de narradora/hilo conductor de toda la obra, simplemente por representar al sol esto confiere al personaje de cierta fiereza no controlable por lo tanto el vestuario tenía que representar la fiereza, el color y sugerir la forma a la que el público infantil está acostumbrado a representar un sol, con colores cálidos y rayos de sol en degradado, además de ir tocada con una diadema que recuerda un poco a la estatua de la libertad! pero esa no era la intensión, sino una necesidad del guión. 





RAIOLO 
boceto rápido Raiolo + muestras de tejido

ayudante de sol, o un apéndice del mismo (sin sol no habría rayos!), la buena interpretación de Keke Díaz hizo más fácil llevar a su terreno este personaje, nos suponía cierta complejidad ya que tenía que cambiarse en un tiempo récord tanto de Kiwi como de pingüino.
Entonces decidimos que a menor complejidad mayor efectividad y solucionamos este personaje con camiseta, pantalón naranja (así podían ser las patas del Kiwi o del pingüino) y por supuesto una capa roja. 


BIMI (Pinguino friolero) 
boceto rápido Bimi + muestra de tejidos

la propuesta fue una especie de sobre-camisa larga hasta la pantorrilla en un algodón negro y con la pechera sobredimensionada en blanco y las mangas negras que van terminadas en forma ovalada simulando las alas (casi aletas) de los pinguinos, otra solución motivada por las condiciones de la rapidez en los cambios fue ponerle una cremallera en el delantero a todo el largo de la prenda, además de llevar unas calzas con forma de pata con membrana interdigital, además de un gorro también por necesidades de guión.


KIWI 
boceto rápido Kiwi + muestra de tejidos

detalle del tejido Kiwi

este personaje está claramente inspirado en el animal real, por lo tanto la selección del tejido era importante y contando con el poco tiempo que tuvimos para la producción del espectáculo tuve que adaptarme a lo que en las tiendas de telas de coruña había, después de bucar por casi todas las tiendas de la ciudad, finalmente encontré un peluche sintético de pelo extraño, semirizo con una gran caída que aporta mucho movimiento a todo el traje. Aquí jugué con el volumen característico de un kiwi al uso, además de hacer unas mangas que simulan a la perfección las minúsculas alas del kiwi. Lo concebí como una “sudadero”, es decir una prenda de una sola pieza sin cierres que fuese fácil de poner y de sacar, como fue necesario aportarle más rigidez confeccioné todo con un foam en el interior además de reforzar las costuras con unas ballenas de confección que soportaban el peso del tejido e hicieron que el volumen no se deformara y además, al quedar este despegado del cuerpo aportaba mucho movimiento al personaje. Decidimos ponerle un pico también en foam forrado en algodón naranja y prescindimos de una incómoda capucha que se me había ocurrido ponerle.


Y hasta aquí toda mi contribución a este espectáculo, el estreno fue estupendo, en el auditorio municipal de Carballo, con un auditorio lleno al completo de niños y niñas entregadísimos a la obra, que participaron, cantaron y pasaron unos 50 minutos muy intensos.
Antes de terminar me gustaría agradecer a Ruth Rodríguez, a Benjamín Queiro, a Keke y Anita, a Sol, a Pablo Andrade, también a las chicas de retales Mari por el asesoramiento comprensión y paciencia, y a todas aquellas personas que hicieron que entregara en plazo este encargo.